El porqué de Poste Cabildo

El Poste Cabildo es un pilar que sustenta dos arcos porticados de la Plaza de Garrovillas de Alconétar. En tiempos fue lugar donde se reunían los muchos clérigos de la villa para tomar decisiones. Algún tiempo después sostenía las espaldas de los jornaleros que esperaban el dedo apuntador para conseguir un jornal. Yo quiero que este Poste sea lugar para mis reflexiones, compartidas o no, e invitaros a criticarlas.


miércoles, 27 de enero de 2016

Nosotros a lo nuestro

Estamos en un sin vivir que cualquier día de estos a alguien le va a dar por decir que quiere ser presidente de este país y no nos lo vamos a creer. Hay que ver los cocinillas de la política lo bien que se le da hacer tortillas de patatas, y digo lo de la tortilla, porque no la hay, con o sin cebolla, que no necesite un par de vueltas antes de estar terminada. ¡Pues eso, que aquello de “donde dije digo, digo Diego”! Como se dice ahora es lo más viral del momento, que también podría haber dicho que se ha popularizado, pero por aquello de estar al día.

Nuestros elegidos están enfrascados, cual diablo cojuelo en su redoma, en buscar soluciones, las mejores, en unos casos personales y en otros de su marca; pero en el vulgo no, para eso ya están otros.

Y de esos otros “hablerlos haylos”, otra cosa es que haya que rebuscar, -y no precisamente aceitunas que diría mi amigo “el hortelano impertinente”-; de esos permitirme que os palabree algunas cuestiones.

Según una ONG, ¡”ya estamos con los niños de papa aburridos, que diría aquel”!

Intermón Oxfam ha presentado recientemente estudio en el que se detalla que en el mundo, 62 personas tienen tanto dinero como 3.600 millones de otros que también lo son; esos elegidos, 62 congéneres, tienen tanta riqueza como la mitad de los más pobres del planeta. Dice también que en los últimos 12 años la brecha entre ricos y pobres se ha ampliado dramáticamente, alcanzando cotas insoportables y calificando el sistema como distorsionado y que favorece a los que más tienen.

Continúa el demoledor informe revelando que los “superricos” tienen 7.600 Billones de dólares en cuentas de paraísos fiscales; ¡y yo enfadado porque me cobran 12 euros de comisión en mi cuenta bancaria!

Pero no solo que los que más tienen estén más mejor, es que los más peores, los pobres, apunta Oxfan, las “riquezas” del 50 % de estos, han descendido un 41 % entre 2010 y 2015. Igualmente dice el estudio que el ingreso promedio anual del 10 % de los pobres ha aumentado menos de 3 dólares, sí han leído bien, 3 dólares al año en los últimos 25 años, ¡pues estarán contentos porque podrían haberles salido a devolver!


Llegado a este punto pensaréis que con la que tenemos nosotros en España ahora nos viene este pendolista con esto, pues para vosotros también tengo.

Aquí, en nuestra piel de toro, los 20 españoles más ricos poseen un patrimonio de 115.000 millones de euros, que es lo mismo que tiene el 30 % de los más pobres del país.

Apunta que la desigualdad ha crecido “de manera alarmante” en los últimos años, con 13,4 millones de personas en riesgo de exclusión en el año 2014 (el 29,2 % del total de la población).

Detalla también el extenso informe, que España es el país de la OCDE en el que más ha crecido la desigualdad desde el inicio de la crisis, tan solo por detrás de Chipre y superando 14 veces a Grecia; en 2015, el 1 % de la población concentró tanta riqueza como el 80 % de los más desfavorecidos. 
Entre 2007 y 2014, el salario medio español se desplomó un 22,2 %. Los hogares más pobres son los que han sufrido una mayor caída de los ingresos durante la crisis, y el salario de los más ricos es 18 veces superior al del 10 % de los que menos ganan.
recogida banco de alimentos

¡Alégrense de que estemos a punto de salir de la crisis!

Todos estos datos se han puesto sobre la mesa recientemente en la Asamblea Anual del Foro de Davos; seguramente sacarán conclusiones y más mesas de trabajo para el estudio de los datos, pero me pregunto ¿sacarán alguna solución al margen de las conclusiones? ¿se volverá endémica esta desigualdad? El año que viene por estas fechas, a ver si somos capaces de hacerle el seguimiento pertinente.

De cualquier manera siempre habrá algún flequillo de esos que nos alumbran en las tertulias políticos/sociales y que siempre quieren tener “La Razón” que nos suelte: “la desigualdad genera riqueza” y luego tira la pregunta al aire: “¿Quién pasa hambre en España?, ¡Que me lo presenten!”.

Lo que decía, y mientras tanto nosotros sin saber si son galgos o podencos, a ver si para la próxima gacetilla puedo ir aclarando mis ideas. Nosotros a lo nuestro.


Por no ser todo negativo os voy a regalar una “posdata”: lo que menos se esperaba su Señoría es que la neófita de un toreador ocupara más espacio en las redes y plasmas que el suyo propio, claro que ella era toricantana y él maestro consumado, ¡va por usted maestro! 

miércoles, 20 de enero de 2016

Yo hice Ingreso


Existe por las redes digitales, un movimiento que reivindica la EGB como modelo de estudio. Aquella Ley sobre método de estudio que fue aprobada en 1970 siendo Ministro del ramo José Villar Palasí.

Yo que no la estudié me voy a permitir reivindicar el Ingreso.

El ingreso era un compendio de estudios que te permitía acceder a la educación voluntaria de la época, en este caso lo que se conocía como Bachiller Elemental, que consistía en cuatro cursos y la Reválida de 4º y posteriormente el Bachiller Superior, sexto y reválida, en este ya se elegía entre ciencias y letras.

Si bien durante los bachilleratos existía un plan general de estudios que contenían asignaturas programadas (matemáticas, física y química, formación del espíritu nacional -total ná la papeleta-, francés, latín…); el ingreso era una acumulación de conocimientos en base al saber y entender de quien lo preparaba.

A mí me preparó, como a otros muchos, mi maestra (que hermosa palabra) Doña Julia. Si me pusiera a escribir aquí los recuerdos de aquel periodo, seguro que a unos los aburría, a otros le sonaría a chino, habría a quien le despertaría cierto sentimiento de nostalgia…, pero no, voy a dejarlo para otro día; solamente haré una pequeña mención que será la que me dé pie para desarrollar mi correspondiente matraca.

Uno de los libros que utilizábamos era la enciclopedia Álvarez en sus distintos niveles, amén de los múltiples mapas colgantes que cubrían las imperfecciones de las paredes, en los que aprendíamos geografía con aquella declamación cantarina que aún seríamos capaces de decirla de corrido. Una de las materias era estudiar los distintos aspectos de las “razas del mundo” y aquí aprendíamos aquello de blanca, negra, amarilla, cobriza y aceitunada; cierto que la división estaba basada en el color de la piel y no en ningún otro matiz científico ni antropológico.


Bien, entendiendo esto como preámbulo paso a exponer algo que los últimos tiempos, no es que me quite el sueño, pero es cierto que no comprendo, ¿será que me quedé en el ingreso?

Estos días atrás leo en un periódico, en su sección de cultura lo siguiente: “El Rijksmuseum de Ámsterdam modificará en 2016 hasta 300 títulos de obras para evitar palabras consideradas conflictivas como ‘negro’, ‘enano’, ‘moro’ o ‘mahometano'…”

Se refiere el artículo a los títulos de los cuadros del citado museo y que en su día fue el que le puso el autor de la obra. Igualmente tiene esta intención el Museo Antropológico de Madrid.

Ahora yo me pregunto si esto va a ser una tónica general ¿se va ha hacer lo mismo con otras obras de arte? Por solo poner algún ejemplo, todas aquellas canciones, poemas, libros…, que lleven la palabra negro, gitano, mahometano… ¿también van a ser modificadas? Pues ya tiene trabajo la SGAE y las Academias, tanto las que son reales como las que no.

Iros acomodando al asunto:
¿Os imagináis a un tal Antonio Machín con otra letra que no sea aquella de: “Aunque la virgen sea blanca píntame angelitos negros, que también se van al cielo todos los negritos buenos…” O que tuviéramos algún problema diplomático con nuestros vecinos por aquello de: “Y se ríen alegres de los mostachos y de los morriones de los gabachos”?
Podríais pensar que esto está muy atrás en el tiempo; sí, tenéis razón pero menos antañón que eso y pecando con algún que otro asuntillo, Sabina también tendrá que cambiar aquello de: Sentados en corro merendábamos besos y porros y las horas pasaban deprisa entre el humo y la risa... 
“¡Este es un irreverente!” me diréis algunos, a lo que yo os contesto ¡hombre pero Perales, el conocido como “el lágrimas” también tendrá que darle una vuelta a lo suyo! Cantaba aquello de: “y los muchachos del barrio le llamaban loca y unos hombres vestidos de blanco le dijeron ven, y ella grito no señor yo no estoy loca…”, aquí el término despectivo tiene que ver con cómo le ponemos ahora al término loca para que rime y tenga la métrica correspondiente.

Este que os pongo ahora entre su procedencia y lo que dice, seguro que es ajusticiado, me refiero a Serrat y la letra de su “Fiesta”: “Y con la resaca a cuestas vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas. Se despertó el bien y el mal la zorra pobre al portal la zorra rica al rosal y el avaro a las divisas…” ¡Te has caído con el equipo amigo Juanma!

No solo los términos vamos a tener que cambiar, también la intención; canta Ana Belén: “lías tus miradas a mi falda por debajo de mi espalda y digo yo que mejor que el ojo pongas la intención, líame a la pata de la cama, no te quedes con las ganas…”
¡Inculto, estos son todos unos incultos! Ahí va una de cultura: aquella zarzuela que se mete con las gitanas y agarenas como si nada: “Mujer de perfil gitano, que tiene sangre agarena (esclava de Abrahan), mujer de cuerpo pagano, eres llama, verso y flor…”
La Ópera también tiene su pecado racista, en la habanera de “el amor es un pájaro rebelde” de Carmen de Georges Bizet se escucha: “El amor es un niño gitano, que jamás conoció la ley...”
Si la sensiblería con los menores también hay que modificar, ejemplo con uno basta: “Niño, deja ya de joder con la pelota. Niño, que eso no se dice, que eso no se hace, que eso no se toca...” 
¡Ay mi Miguelillo, el de Molina! como se las apañaría para cantar “La bien pagá”: "Na te debo/na te pio/me voy de tu vera orviame ya/que he pagao con oro tus carnes morenas/no maldigas paya que estamos en paz…” Otro ajusticiado, este por varios motivos.
Lo de los gitanos es punto y aparte, el trabajo que va a llevar, voy terminando con una canción no muy antigua pero de gran éxito. “Hijo de la Luna” de Mecano: “Tonto el que no entienda/cuenta una leyenda/que una hembra gitana/conjuró a la luna/hasta el amanecer/llorando pedía/al llegar el día desposar un calé...”


Termino por aquello del tedio, voy a proponer una iniciativa popular, no sé si legislativa o ilegal, para recoger firmas y cambiar el nombre a la obra de aquel tal Lorca y que no se lo ocurrió otro nombre que “romancero gitano”.
Lo que digo ¡si es que me quedé en el ingreso!

miércoles, 13 de enero de 2016

SE VENDE, SE ALQUILA, SE TRASPASA.

Aquellos que conocimos la llamada “burbuja inmobiliaria”, la que hizo que la especulación sobrevalorara el patrimonio inmobiliario y urbanístico de este País, también hemos visto como el término “burbuja” no estuvo nunca puesto gratuitamente. Si entendemos como burbuja aquello que se infla en demasía con el consiguiente riesgo de explotar, la burbuja inmobiliaria ¡explotó!

Son pocas, por no decir ninguna, las ciudades donde no ha hecho estragos el reventón; lo mismo que florecieron Inmobiliarias por calles y esquinas, ocupando los mejores locales comerciales con sus amplios escaparates, aquellos en los que se paraba el viandante a mirar, comparar y en muchos casos hipotecarse, por los siglos de los siglos, amén; han desaparecido. Fue en su día uno de los sectores que más trabajo generó, pero…, lo mismo que nos inundaron cual camalote, se han secado como se seca la avena en verano.
Si las Inmobiliarias ocupaban lo mejor de nuestras ciudades, no digo nada en las redes sociales; no había página web que se preciara que no te bombardeara con anuncios emergentes venta, alquiler o traspaso, todo ello acompañado de la correspondiente gestión para facilitarte el préstamo ante la entidad bancaria que te ofrecía incluso para muebles y en algunos casos para vehículo.
Vendo Hotel en primera línea de playa
¿Pero qué paso? Lo que se podía prever, ¡que como toda burbuja explotó!
A unos nos cogió con compromisos abusivos, a otros con cláusulas ilegales, a quien le tendrán que ampliar la vida para poder terminar el pago, los bancos con más propiedades, por embargos, que las propias inmobiliarias…
Aquello pasó a la historia, aunque quedan restos para poder ser admirados sus efectos; no hay lugar dónde no exista algún bloque de viviendas en esqueleto, parcelas donde las malas hierbas han terminado ocultando los materiales allí depositados y abandonados, que iban a ser convertidas en euro, incluso antes de ser urbanizadas, edificios públicos sin uso, hoteles que incumplían toda reglamentación y que deberían estar convertidos en escombros; el gremio de los alarifes, en todas sus categoría, se llenó la faltriquera con dinerito rápido y fácil, ¡todos queríamos ser maestro albañil!
A estas alturas de la perorata de este pendolista estaréis pensando que a qué cuento viene esto tanto tiempo después de aquellos acontecimientos. Nada más lejos de la realidad, según mi criterio, la burbuja está plenamente activa.
Los anuncios de “se vende”, se traspasa” “se alquila”…, están en plena efervescencia.
Leo en los papeles, y no precisamente en la sección de inmobiliarias, que cierto personaje que durante algún tiempo tuvo responsabilidades de gobierno y que ahora está hipotecado con la justicia, alquila gratis su palacete que posee en el casco antiguo de Palma de Mallorca con tal de rebajar la carga hipotecaria.
Algunos que durante un tiempo han tenido mayorías absolutas y que han menospreciado a los restos sin ser capaz de dar solución a las voces que proclaman la parcelación y segregación del territorio, ahora pretenden sumar para conseguir los apoyos suficientes con tal de mantener unido el polígono, aunque para ello tenga que comprar y vender alguna parcela de poder.
¡¿Y del traspaso qué me dicen!? Leo con asombro que cierta amalgama política con representación en estamento de poder “traspasa diputados”, como si fuese un negocio, ¡que lo es! Ahora, eso sí, prometen no votar en contra y ser buenos chicos con tal de poner en marcha la reparcelación de lo que ellos piensan que es de su propiedad.
Podría entender que “Juntos por el sí” hicieran algunas concesiones, por aquello de no perder lo ganado y ocultar lo “ocultado”, pero que aquellos anticapitalistas, antisistemas, anarquistas, asamblearios…, tuvieran tal capacidad de contorsionarse y que doblegaran sus instintos más indomables para convertirse en dóciles y sumisos, tal especulador inmobiliario, ¡nunca lo imaginé! Y en este momento no me encasille como alguien anticatalanista, que aunque ya lo he pregonado antes, no lo soy, si peco es de lo contrario; pero esa capacidad de funambulismo, ya la quisieran muchos de los que se dedican al noble trabajo de contorsionista y trapecista.
No penséis que esto queda aquí, el mundo del negocio inmobiliario/político está proactivo, hay quien aguanta estoicamente en su parcela a pesar de recibir empujones de “barones” y “baronesas”  esperando a que escampe por si se puede hacerse con alguna porción de poder; mientras aquellos que pregonaban contra la “casta” día y noche con tal de sacar tajada, ahora se convierte que casta castísima y quieren incluso reparcelar sus propiedades con tal de que los ingresos brutos sean comparables a quienes han tenido siempre cartera, si bien es cierto que ellos hubieran preferido mochila. ¡Ay, las mochilas!
En este nuestro País todo se vende, se alquila, se traspasa.



miércoles, 6 de enero de 2016

Tópicos típicos.

Y como cada año por estas fechas, todos y cada uno de nosotros nos prometemos cambios que luego la mayoría de ellos parecen que caen en el saco de Santa Claus, o sea en “saco roto”.

Uno empieza allá por mediado de diciembre haciendo examen de conciencia y proponiéndose escuchar, este año sí, el mensaje de SS.MM., pero resulta que a la hora que lo emiten el que más y el que menos está con los preparativos de los entrantes, ¡claro como a Él se lo dan hecho…! Los entrantes son ese batiburrillo de cosas, entre las que no pueden faltar los de cabeza gorda y largos mostachos, a mí especialmente no es que me entren mucho, pero…, es el riesgo que se corre cuando el susodicho se desplaza a casa ajena por aquello de calor familiar; a estos hay que añadir las múltiples y variadas “tartaletas”, los mousses y “canapieses” regado con la consabida cerveza. Cuando llega el plato fuerte, nuestra costumbre es que la cena de Nochebuena sea algún pescado, podría empezar el primer dilema si es que yo tuviera cuñado, como no es el caso, el vino lo elijo yo con permiso de mi hijo, que en este caso hace de cuñado, otro tópico, si es pescado, blanco y si es carne, tinto; ¡pues vaya tontería! Hace un tiempo todo el mundo sabía de vinos, últimamente la frase usada es “¡yo de vinos no entiendo, solo sé cuál es el que me gusta!”, -topicazo-.

Mesa de Navidad
Comer, después de todo lo anterior, no se come mucho, ahora, eso sí, la mesa de punto en blanco, o en rojo que parece el color más apropiado, con su correspondiente mejor vajilla y cristalería, aunque esta ya va estando algo desconjuntada por aquello de los muertos en combate.

El consabido postre elaborado por las manos artesanas de la casa, la bandeja de los productos típicos de la fecha y ahora es cuando el más “atrevido” se pone a entonar el villancico de rigor con más “entusiasmo” que acierto. El atrevimiento en estos casos no es por valentía, suele ser por los efluvios enológicos. Mientras tanto, la caja de colores sigue su ritmo machacón casi imperceptible. Y ahora a alguien se le ocurre decir: ¿alguien quiere una copa? ¡Qué pregunta! Turrón viene, mazapán va, trago viene, trago va; la hora la ponen ustedes de cuando empiezan los cabezazos.

El Día de Navidad también tiene sus tópicos típicos; la sopa de mariscos se acompaña con algo de carne al horno, primero porque es más limpio y además más sano y tiene menos grasa la comida, ¡total como ya no llevamos nada para el cuerpo…! Previamente se han puesto sobre el tapete los “rejadios” del día anterior, eso sí, la ensalada de lo que sea también, más que otra cosa por darle algo de color a la mesa. Cochinillo, pavo, frite de cordero, pierna de cabrito al horno… y por supuesto, vino tinto que pega con la carne, y yo sin cuñado para discutir. Mas postre y dulces navideños, café para el sopor y copa, en este caso corta, aguardientes, cremas variadas y los más atrevidos algún brandy o coñac llegado el caso. A las seis de la tarde cada cual a su casa con el hígado en plena labor destilatoria y a buscar el paracetamol para cualquier cosa que duela. Más tópicos no caben.

Cuando uno tiene dos hijos, como es el caso, hay que compartir; y a la semana siguiente repetimos jugada; no se dan cuenta que uno ya está para sopitas y buen y poco vino, pero hay que hacerse el machote y ¡allá que vamos!

Las viandas y caldos no lo voy a enumerar por no repetir, alguna variación sin importancia en la materia prima y la elaboración, pero nada destacable. La Nochevieja también tiene su momento televisivo, en este caso “las uvas”; “¡que conste que yo siempre me las termino a tiempo!” Lo mejor de este momento es saber elegir la cadena televisiva por dónde ver el momento culmen de cambio de año, ello acarrea la explicación de los sonidos del carillón con sus cuartos y sus doce campanadas, nadie, por lo menos en mi familia todavía lo tiene claro, yo por si acaso empiezo antes. Lo de los presentadores también tiene su tipismo; aparecen las capas españolas, “las mamas chichos” en lencería colorista, algún consabido presentador, poco o ningún cambio. Terminan las campanadas y ¡pum! ¡paf! El tapón de la botella de cava, otro globo de la lámpara del salón menos. ¡Alegría! que es Nochevieja. Y este es el mayor de los tópicos típicos; se le llama noche vieja cuando debería ser nueva, porque a las doce ya es año Nuevo, pues no. Se llama así por los programas de la TV. Todas las cadenas sacan lo mejor de cada casa; visto un año, visto todos; bueno este año, como todos yo no controlo lo del mando, y me han puesto una cadena en la que en un momento había un señor con una gorra, hijo de famosa, que decía mi nieta que era rap lo que hacía, no tengo nada en contra de esa especialidad musical, pero vamos ¡valiente alegría tenía en el cuerpo el mozalbete!
Reloj de la Puerta del Sol

Lo bueno que tiene el cava es que además de dejarte libre de gases, Morfeo se adueña de la situación rápido y a las tres de la madrugada entre las burbujas del “depalierre” y el cambio continuo de canal, me mandan al tálamo. Pocos cambios en los últimos tiempos ¡que recuerdo de cuando uno se comía los churros a las ocho!

El primer día del año obligatorio escuchar el concierto de los Strauss con sus polcas y sus valses, otro tópico. Y a continuación repetición de la jugada, en este caso ya con moviola por aquello de las energías, tanto físicas como culinarias.

Los días siguientes son un sin vivir, que si los regalos del amigo invisible, que si los Reyes, algún cumpleaños por añadidura; ahora quien se resiente no es el físico, es el bolsillo, pero tópicos obligan. Lo reconozco, a mí de estas fechas la noche de Reyes me sigue ilusionando, antes por la ilusión de lo pedido, que casi nunca coincidía con lo traído, ahora porque hago esperar y me gusta ver las caras de sorpresa de los demás.

Como estoy en ese momento lo dejo, el año que venga como tenga que venir, pero la ilusión de cada 6 de enero no la perdáis nunca, seguro que si habéis sido buenos algo os echarán los Magos de Oriente, aunque últimamente por aquella zona del mundo -los Orientes- no hay ni muchos magos ni muchas ilusiones, más bien todo lo contrario.

¡Sed buenos!