Otros
conceptos de generación es encuadrar a un grupo de personas por proximidad en
las fechas de momentos vividos, por la fase tecnológica en la que se
desarrolla, por el momento o movimiento cultural en el que se encuadra...
Aquellos
que estamos entre la cincuentena, “sesentena” y alguna por añadidura que diría
aquel, hemos visto unos cambios que se han producido en la sociedad que
nuestras generaciones anteriores no hubieran nunca sospechado. Por varios
motivos, pero fundamentalmente por las prisas de vivir y los desarrollos
producidos en el menor tiempo posible; así, sin querer volver a marearos más
sobre las Elecciones pasadas, ya se lo dejo otros y lo que nos queda aún, sí me
gustaría, entrado en la harina de los cambios conocidos por aquello del tiempo
vivido, desde aquella nuestra primera votación hasta las últimas conocidas,
recordar o comparar tiempo y ocurrencias.
Nuestra
primera votación se produjo un 15 de junio de 1977 miércoles, y aquí tenemos el
primer hecho diferenciador, el día era laborable, el motivo era incentivar al
voto ya que el tiempo necesario para la votación, en caso de estar trabajando,
era tiempo remunerado y lo habitual era solicitar de la mesa un justificante de
haber ido a votar.
El motivo era como en estas últimas, elegir a
nuestros representantes en el Congreso y en el Senado, hacía 41 años, desde el
12 de febrero de 1936, que no se celebraban elecciones; en la actualidad y
hasta la última de la CUP, -sí esa del empate, que si no lo veo no lo creo, y
aún así tampoco me lo creo- en los últimos tiempos entre Europeas, Andaluzas,
Municipales y Autonómicas, Catalanas, Generales, más la que le corresponde a
cada cual por su participación en sindicatos, primarias de partidos y
comunidades de vecinos, tenemos los dedos romos de introducir papeletas y la
lengua seca de dar lamidos para cerrar los sobres.
En
aquel 15 de junio, el censo era de 23 Mlle. de españoles, en las últimas 36,5
Mlle.; la participación fue cercana al 80 %, estábamos deseosos de papeletas, ¡ahora
tupidos!
Las
campañas comenzaban con la famosa pegada de carteles, durante toda su duración
las poblaciones se sembraban de octavillas con los eslóganes, programas y las
caras de sus líderes; los coches con megafonía y el correspondiente himno,
aturdían de día y de noche, España era empapeladas con caras nuevas, colores
llamativos y siglas recién salidas de las imprentas; la televisión pública
hacía campaña de incentivación y educación para el día que se conocía como “la
fiesta de la democracia”; la edad mínima para ejercer el derecho eran los 21
años.
Se
formaban grandes colas para utilizar las cabinas por aquello de guardar el
derecho al voto secreto, y algún retrato trasnochado y símbolos posfranquistas
que todavía pendía de las paredes de algún que otro colegio electoral, hoy las
colas están
en los bares de los alrededores de los colegios electorales a la hora de las “once”, tomar las cañas, hacer el vermut…, lo que sea para pasar el mal trago, y lo del secreto del voto ya pasó a la historia.
en los bares de los alrededores de los colegios electorales a la hora de las “once”, tomar las cañas, hacer el vermut…, lo que sea para pasar el mal trago, y lo del secreto del voto ya pasó a la historia.
Lo
del recuento era exasperante, hasta el día siguiente, casi cerca de 24 horas
después, no apareció el Ministro de Información del momentos, a la sazón,
Martín Villa, para dar el resultado oficial provisional; de entre los datos que
se impartieron, como curiosidad, fue que se habían acreditado 804 informadores
extranjeros; en las últimas celebradas, a las 12 de la noche, cuatro horas
después del cierre de los colegios ya se daban datos de más del 99 % escrutado.
La
televisión pública tenía un espacio gratuito para los candidatos a Presidente,
pero todavía los debates estaban en el limbo, todos los partidos eran
emergentes, si bien algunos ya tenían su bagaje histórico y de lucha, caso del
PSOE y el PCE.
El
primer Gobierno democrático bajo la presidencia de Adolfo Suarez se constituyó
el 5 de julio, 20 días después de las elecciones, el que emane de los últimos
comicios ¿alguien puede aventurar fechas? ¡Yo tampoco!
La
ilusión de los entonces cuasi lampiños las he visto en estas últimas elecciones,
en las caras de los interventores y apoderados de los hoy llamados emergentes y
de quienes votaban por primera vez; los reflejos de aquellos que aquel lejano
día ya habían pasado anteriormente por aquella experiencia y habían estado abstemios de sufragios durante
un
tiempo obligado, también las he vuelvo a ver en quienes lo hacen, hoy no por miedo, sino por deuda, pero que han perdido toda la ilusión.
tiempo obligado, también las he vuelvo a ver en quienes lo hacen, hoy no por miedo, sino por deuda, pero que han perdido toda la ilusión.
Prometí
no hablar de elecciones y lo he cumplido, de las actuales me refería, prometo
seguir.